Mucha gente piensa que la diferencia entre el té blanco, el té verde, el té rojo o el té negro (los más populares) es el color de sus hojas… ¡Qué va, qué va, qué va! Todas las variedades provienen de la misma planta (Camelia Sinesis). Lo que los hace distintos es la magia… o la química (prácticamente es lo mismo). Los procesos de elaboración a los que se somete la planta del té llevan a diferentes grados de oxidación, y por tanto a diferentes sabores, propiedades y beneficios. ¿Ves? Magia.
Si quieres saber más… ¡No nos quites ojo! Cada semana un chivatazo con secretos sobre el maravilloso mundo del té.
Buenísimo!!! No me lo imaginaba que es así. Sigan publicando sobre los ricos y saludables tés!